Vida y Comunicación

VIDA Y COMUNICACIÓN

¿Alguna vez os habéis planteado la relación entre el cuerpo humano y comunicación?

Una persona para nacer ya necesita de la unión de dos seres, con lo cual ya sabemos que el mundo no puede ir bien basándose en el individualismo.

El cuerpo humano está compuesto por múltiples órganos conectados y regados a través de las venas y las arterias que vendría a representar la comunicación. Cuando hay una obstrucción en las arterias puede que se cree un colapso que conduzca a un estado crítico o bien la muerte.

El cuerpo suele dar señales de aviso de que algo no va bien antes de llegar a una situación límite, por tanto hay que saber escuchar y recibir la información que trata de darnos.

Un órgano distinto al corazón no tiene autonomía si no es a través del bombeo y la correcta comunicación con el corazón. Los pulmones, el hígado, los riñones, necesitan del riego sanguíneo impulsado por el corazón. Un órgano por sí solo no funciona.

Por ello me atrevo a comparar el funcionamiento del cuerpo humano con la comunicación.

La relación entre las personas debería estar basada en la comunicación, tanto visual, gestual como verbal o escrita. La incomunicación o mala comunicación sólo nos puede llevar problemas o malentendidos. A veces las personas pensamos que podemos transmitir nuestros pensamientos a otras personas telepáticamente, que los demás son capaces de adivinar los pensamientos de los demás, pero dudo que sea un buen canal comunicativo.

Desde el nacimiento de una persona se necesita saber los deseos del bebé, cuándo tiene hambre, sueño o no está bien y la madre y el padre lo suelen comprender por el llanto o la mirada. Después enseñamos a hablar al bebé para que se pueda relacionar con los demás a través del lenguaje y así se socializa más. Los problemas aparecen cuando alguien trata de hacerse entender y falla el canal de comunicación.

Me gusta basarme en la observación de los niños. He podido ver niños de diferentes países con diferentes lenguas que sin entenderse sus idiomas han sido capaces de congeniar y comprenderse y entablar una bonita relación de amistad.

Muchos de los problemas que aparecen después, en la adolescencia, son debidos a los fallos en los canales de comunicación. A pesar de entender la misma lengua, la interpretación de la misma lleva a malentendidos y a disputas absurdas que pueden llevar a rupturas de amistad y familiares. No se trata de que todos tengan que pensar igual, sino de saber comunicarse, hacerse comprender y llegar a un acuerdo, buscar soluciones utilizando la palabra como herramienta de tolerancia y sabiduría.

No hay nada más bonito que el trabajo y la vida en equipo donde fluye la comunicación y cada uno aporta su granito de arena. Cada persona que compone un grupo, un equipo, una familia, es como si fuera un órgano del cuerpo y lo unen las venas y las arterias que hacen fluir las palabras necesarias para poder llevar a cabo un proyecto, un plan, un trabajo. Todos son necesarios, nadie es más que el otro, todas las aportaciones son válidas, como los pulmones, el hígado, los riñones…

El individualismo y los problemas comunicativos llevan al caos social e incluso individual. De aquí mi comparación de cuerpo humano y comunicación. El mundo es mejor cuando hay una buena comunicación, al igual que el cuerpo humano.

                                                                                              Iliana Capllonch Cerdà