MI PUEBLO
MI PUEBLO
Me siento orgullosa de haber nacido en un pueblo pequeño,
rodeada de mar y montañas. Un pueblo que ha llegado a ser lo que es gracias a
las mujeres, al valor, esfuerzo e ilusión de un matriarcado que sigue
existiendo en él.
Mi pueblo es el lugar donde nací, donde tomé conciencia de
la vida, donde empecé a dar mis primeros pasos, donde me caí por primera vez y
donde aprendí a reír.
Donde fui al colegio, donde tuve mis primeros amigos, donde
aprendí a apreciar los primeros libros, donde aprendí a nadar y a montar en
bicicleta. Donde aprendí el valor de la familia y la amistad y donde me enamoré
por primera vez.
¿Cómo es posible olvidar todas estas cosas? Estando lejos o
estando en él, es algo que es inseparable de mi ser. Quiero cada piedra, cada
rincón, cada lugar de ese maravilloso trocito de tierra.
Las montañas me han hecho fuerte y el mar me ha dado
sensibilidad.
Ya sea el invierno con sus paseos tranquilos como el
bullicio del verano, sigue siendo un lugar con encanto, donde a través de los
visitantes he aprendido a apreciar otros lugares, otras lenguas, otras
culturas, sin moverme de mi casa.
Es un auténtico privilegio vivir donde vivimos, y es el
mayor tesoro que les puedo dar a mis hijas, porque me he olvidado de decir que
en mi pueblo me uní a mi compañero, y tuve a mis hijas y se sienten como yo de
haber nacido allí, donde tienen a su familia materna y donde han aprendido a
montar en bicicleta y a navegar por su fantástica bahía.
Port de Pollença, "Eu Moll", pueblo de mar, pueblo apreciado por miles
de visitantes cada año, pueblo querido por sus habitantes… TE QUIERO.
Iliana
Capllonch Cerdà
17
de marzo de 2015
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