Historias cotidianas, familias plurales

 En un mundo de prisas, de malas noticias, de desánimo por crisis sociales, económicas y guerras absurdas, también pasan cosas bonitas y me gustaría compartir una historia real y bella.

Precisamente por casualidad, el día que debe celebrarse el "orgullo" porque desgraciadamente no está normalizada la integración real en la sociedad de personas con orientaciones sexuales e identidades de género distintas, me ha inspirado una pareja de hombres que decidió formar una familia.

Hace unos años que una persona muy especial de mi entorno, decidió ser padre y para ello contó con el total apoyo de su familia. Como no podía ser de otra manera, consiguió la ideoneidad de las instituciones para poder ser padre adoptivo y su ilusión no podía ser más grande, planificando su vida con su o sus hijos.

Pero pasaron días, meses y años, y al tener que renovar la petición, informó que tenía pareja y que quería seguir adelante con los trámites de adopción, pero se le comunicó que debía pasar un tiempo de estabilidad con la pareja para reiniciar los trámites. ¡Ojalá lo hicieran con muchos padres naturales!

Los años son importantes, el tiempo pasa, pero esta persona seguía luchando para conseguir hacer realidad su sueño de ser padre, y aunque no llegaban noticias, no desesperó de cara a los demás, la procesión iba por dentro y la ilusión seguía intacta, pero también la incomprensión, la decepción y la frustración estaban presentes.

Mientras tanto, hay niños y niñas en casas de acogida temporal esperando encontrar un hogar, por muchísimas circunstancias distintas, y su tiempo también pasa...

He conocido estos meses a dos mujeres que durante muchos años han ejercido de familias canguro, esas que cuando escuchaba en algun programa o leía alguna entrevista me generaban admiración por su gran generosidad porque cuando intentaba ponerme en su lugar, y me planteaba si podría hacerlo, yo misma me decía que no podría por egoismo, porque del cariño que les cogería a las criaturas no podría devolverlas. Siempre la realidad es distinta a la que nos imaginamos.

Una de las madres de acogida, me explicó que llegó a tener hasta 30 niños de acogida, desde bebés hasta adolescentes, y que todavía ahora, el día de la madre o días señalados, estos niños ahora adultos, la llaman para felicitarla y hablar con ella. Me lo explicaba con orgullo, pasión y un brillo especial en sus ojos.

La otra madre canguro, ha tenido 14 niños, entre los que han convivido durante un tiempo,  parejitas de hermanas, y toda su familia habla con orgullo de la experiencia vital de esta madre coraje, dulce a la vez que disciplinada y firme, alegre y sensible, familiar y vital. Tuve la ocasión de escuchar a uno de sus hijos naturales contestar a la pregunta que siempre me hago:¿cómo os sentís cuando los niños se van de vuestras vidas? Y su respuesta me emocionó, porque hablaba delante de su madre y su abuela, y de mucha gente que contenía la respiración por la emotividad del momento. A veces se siente incertidumbre por si estos niños se adaptarán a las nuevas familias, por si tendrán contacto en el futuro, si les irá bien, pero de lo que no dudan, es de la calidez que han recibido el tiempo que han estado con ellos, y de muchos siguen manteniendo el contacto. Generosidad, amor, empatía, sensibilidad en estado puro.

Ello me animó a que quizás un día no muy lejano, me anime a apuntarme a este programa del que siempre se hacen llamamientos desde el Consell de Mallorca.

Estas dos madres coincidieron en que las instituciones hacen mucho bien, pero a la vez tardan mucho en agilizar los trámites burocráticos que, tratándose de menores que necesitan un hogar, y familias que desean formar una familia, no se entiende por qué se tarda tanto en conseguir encajar.

En el caso  concreto que concozco, finalmente esta pareja ha conseguido formar una familia con dos hermanitas tras nueve largos años de espera, y a la vez estas niñas llevaban cinco años de acogida y cerca de dos en protocolo de adopción. La conexión de los cuatro es mágica desde el primer momento en que supieron de la existencia de ambos, las niñas deseaban una familia y ellos también, y no podría haber ido mejor. Además de la unión de esta familia y las suyas respectivas, se suma la de acogida que va a formar parte de sus vidas para siempre.

La adaptación no podría haber ido mejor, habrá momentos duros, momentos dulces, como en todas las familias, pero seguro que el amor podrá con todo.

Y mi reflexión es, ¿por qué pasa tanto tiempo cuando hay tanta necesidad? A los niños hay que protegerlos, pero el tiempo es vital para todo el mundo, para los adultos por su energía y los niños por su formación. La burocracia y protocolos deben cumplirse porque se trata de vidas humanas pero ¿no se debería revisar si se está haciendo adecuadamente?

El tiempo no vuelve, los reproches no sirven para nada, los nueve y dos años repectivamente no volverán, pero da la sensación agridulce de que ha habido un tiempo desperdiciado para muchas personas que podría haberse evitado.

Hoy me siento orgullosa de todos y cada una de las personas de esta maravillosa historia.

Recomiendo la visualización de este documental https://vimeo.com/9571910

Información acogimiento familiar Mallorca https://www.imasmallorca.net/servicios-y-programas/servicios-sociales-infancia-y-familia/

Iliana Capllonch

28 de junio de 2024

https://vimeo.com/9571910