UN DÍA EN UNA PLANTA PEDIÁTRICA DE HOSPITAL
Son las siete de la mañana, empieza la actividad diaria de la planta. Se abre la puerta de la habitación, le ponen la mediación a mi hija, se cierra la puerta. Entran otra vez, le miran la temperatura. La enfermera y la auxiliar nos saludan amigablemente. Oímos las voces de las enfermeras que acaban el turno y explican la situación de cada paciente a las enfermeras que se incorporan. Hay buen ambiente, se siente el compañerismo que existe entre ellos, la responsabilidad de lo que hacen, tratan a muchos niños con enfermedades distintas y son los responsables de aplicar correctamente los tratamientos. Son las ocho y media y nos traen el desayuno de mi hija. La auxiliar entra con una sonrisa y nos da los buenos días. Son las nueve, está a punto de llegar el traumatólogo con sus residentes. Nos hemos arreglado un poco y esperamos a ver qué nos dice sobre la evolución de la herida. Entran saludando, dirigiéndose a mi hija por su nombre cariñosamente y le preguntan cómo está...