SALUD Y ACTITUD
SALUD Y ACTITUD
Un caluroso día de finales de
julio, intentando adelantar trabajo para coger unos días para aprovechar la
playa en familia, acompaño a mis padres a una revisión médica rutinaria y de
repente, vuelvo a notar la mirada del médico que nos atiende, la que ya he
visto en otras ocasiones, a punto de enfrentarse a algo que quiere decir y no
se atreve, lo que probablemente le desagrada más de su profesión, enfrentarse a
la maldita palabra que todos hemos escuchado y vivido de cerca pero no en casa
y que no esperamos jamás que nos toque: cáncer.
Llegamos a casa, todavía sin
asimilar las palabras que nos ha pronunciado el médico y la cantidad de
información y citas que nos ha dado y de pronto aparece el resto de familia.
¿Cómo enfrentarnos a esta nueva etapa? ¿Cómo decirlo a las niñas? ¿Qué decimos?
¿Qué nos espera?
No hay tiempo que perder, cada
día pruebas y más información. No sabemos si es verano, invierno, si hace calor
o no, lo único que sabemos es que hay que sacar fuerzas y estar más unidos que
nunca. Hay que informarse de todo y pasar las fases de duelo y aceptación con
la máxima rapidez posible.
Nos encontramos siempre arropados
por el maravilloso personal sanitario que te facilita información y servicio y
mientras, nos reencontramos poco a poco entre nosotros, la familia, el pilar
más importante para cualquier circunstancia personal, sea positiva o negativa.
Siempre he leído que la
información es poder, que la actitud de las personas es lo más importante para
vencer adversidades, y por experiencia lo corroboro. La persona que nos ha
enseñado esta actitud luchadora y positiva en la vida, es la que ahora se ve
envuelta en este maldito proceso y por ello estamos al lado los demás para
recordárselo y hacer que luche para vencer esta maldita enfermedad.
En muchos artículos se habla de
si se debe saber la verdad y a qué edad se debe informar sobre determinados
temas, relacionados con la salud y enfermedad. Esta semana precisamente he
leído artículos que hablaban de la marihuana y la adolescencia y se recomendaba
informar para prevenir, igual que el tabaquismo. En cuanto a enfermedades y
muerte, siempre hay cierto recelo porque no gusta en términos generales, pero
forma parte de la vida y debe de dejar de ser tabú, siempre adecuando la
información a la edad de la persona con la que te dirijas, puesto que el miedo
aparece ante la desinformación.
He ratificado durante este mes
que la actitud es lo más importante en la vida, igual que la familia, y dejarse
ayudar por las personas que están preparadas para ello.
Debemos apoyar siempre a estas personas que se
dedican a la salud de los demás, porque sin salud no somos nadie, y ésta la
podemos perder en cualquier momento y a cualquier edad y por ello deberíamos
ser conscientes de que para que un país funcione, debemos proteger el sistema
sanitario porque siempre, en un momento de nuestra vida, vamos a precisar de
él, cuando menos te lo esperes, al igual que la educación para la salud y campañas
preventivas desde la más tierna infancia.
Port
de Pollença, 31 de agosto de 2016
Iliana
Capllonch
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