IMPOTENCIA
Ayer por la tarde recibí un correo con una noticia muy triste, el fallecimiento de un joven de 40 años debido a una larga enfermedad, de esas minoritarias e invisibles de las que tanto he hablado durante estos últimos tiempos. Hace cerca de seis años, en la presentación del libro que escribí junto a mi marido y la reumatóloga de mi hija pequeña, conocí a tres mujeres que a partir de ese momento formarían parte de mi vida, Paquita, Eugenia y Rosa. Tres luchadoras natas, dos madres de pacientes de enfermedades minoritarias y una paciente de una de ellas. Las tres están al frente de la asociación balear de inmunodeficiencias primarias (ABADIP) y acuden a cualquier tipo de llamada o evento al que las invite, siempre juntas y sonrientes, recogiendo ideas y organizando con sus pocos recursos talleres o jornadas de sensibilización. Ayer tristemente nos dejó el hijo de Paquita, una gran mujer, fuerte, de ideas fijas y de un carácter solidario y amable de la cual he aprendido a luchar. ...