LA VIDA UNE Y SEPARA

Recuerdo que mi madre en la adolescencia me hizo leer un libro que me marcó muchísimo, cuyo título era "La vida une y separa" del que no me acuerdo del autor,  justo al finalizar un verano en mi pueblo de costa de la isla de Mallorca (Port de Pollença) donde vivíamos del turismo, donde los visitantes solían venir a pasar un mes y se relacionaban con la gente que vivíamos allí. Ese verano había conocido mucha gente y formamos una pandilla muy bonita, con gente de diversos lugares, edades e incluso nacionalidades, y a la hora de irse a sus casas tuve por primera vez la añoranza y el efecto del aislamiento.

En aquellos tiempos mantuvimos cierto contacto por cartas y postales con los nuevos amigos que volvieron durante unos veranos más, y a día de hoy, con las nuevas tecnologías he reencontrado algunos, y de otros no he vuelto a saber nada.

Durante mi vida he estado viviendo en Barcelona, he viajado, he trabajado en la hostelería y turismo, me he trasladado a vivir a Palma, y con el tiempo he ido conociendo gente maravillosa con la cual he mantenido contacto telefónico, o por mail, pero a lo que no me acostumbro es a la falta de contacto personal por culpa de la insularidad.

Todas las personas que vienen de visita o por un tiempo, ven el paraíso donde vivimos, algo que yo valoro cada día de mi vida, pero que cuando se van no pueden sentir de la misma manera la sensación de pérdida y añoranza con la que nos quedamos los de la isla por no poder coger un coche o un tren para poder ir a verlos, aunque hoy en día es fácil mantener un contacto hasta diario a través del whatsapp, el vacío de la falta de un abrazo es muy duro.

Hoy es un día muy triste, uno de mis pilares, durante estos últimos once años, primero reumatóloga pediatra de mi hija, poco a poco parte de mi vida, se vuelve a su tierra natal tras años de darlo todo por los niños que han caído en sus manos de nuestras islas. Comprendo perfectamente y sé que debe irse,soy la primera que se lo digo, pero mi corazón siente un dolor tan inmenso que no soy capaz de explicar. No perderemos el contacto, pero hoy no sólo pierdo yo una amiga, los niños de las islas pierden una gran pediatra que ganará Valencia.

Lucía, mallorquina de adopción, a pesar de mi añoranza sé que te llevas una maleta cargada de amor de tus familias isleñas. Suerte e ilusión en tu nueva etapa.


Palma de Mallorca, 29 d'abril 2019
Iliana Capllonch

Comentaris

Entrades populars d'aquest blog

XI Encuentro de Enfermedades Minoritarias y Discapacidad Menorca febrero 2024

UN COLEGIO OFICIAL O PROFESIONAL

GRATITUD